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2023-12-10

Terapia de Liberación Espiritual

Autor: Terence Palmer
Creado: 14 de noviembre, 2015
Última actualización: 15 de marzo, 2023 Psi Encyclopedia
Traduccion: Kriscya Garbanzo - SEPPCR

La Terapia de Liberación Espiritual (SRT, por sus siglas en inglés) es un tratamiento clínico que a veces se usa con pacientes que parecen estar “poseídos” por una entidad espiritual dañina y que no han respondido a la psicoterapia convencional o a los métodos psiquiátricos. Sus afirmaciones todavía se encuentran pendientes de ser corroboradas por estudios empíricos rigurosos. Sin embargo, como sistema de diagnóstico, algunos médicos, psiquiatras y psicólogos clínicos han descubierto que la SRT es más eficiente que los diagnósticos médicos tradicionales para identificar la etiología de una amplia gama de enfermedades mentales, emocionales y psicosomáticas.1

El tratamiento evolucionó a partir de la experiencia clínica pionera de los profesionales que descubrieron los beneficios de entablar un diálogo con las “entidades poseedoras”, evitando las ideas preconcebidas sobre si realmente existían, o sobre su naturaleza. Por lo tanto, la SRT puede describirse como ‘centrada en la persona’, o siguiendo al practicante de la srt Thomas Zinser, como una terapia centrada en el ‘alma’.2  Es fundamentalmente diferente del exorcismo religioso, donde se supone que los espíritus son ‘malvados’, y van a ser expulsados de la persona poseída.

CONTENIDO

1. Definiciones
2. Métodos de comunicación empleados en SRT
3. Desarrollo histórico de SRT
a. James Hyslop
b. Carl Wickland
c. Adán Crabtree
d. Edith Flore
e. William Baldwin
f. Irene Hickmann
4. Liberación espiritual hoy y en el futuro
a. Vórtice de energía
5. ¿Espíritus?
6. Literatura
7. Notas finales

1. Definiciones

Cada practicante de SRT tiene su propia definición de su práctica. William Baldwin ubica a la SRT como una terapia dentro del dominio de la Psicología Transpersonal, definida por la Asociación Psicológica Británica como:

La psicología de la espiritualidad y de aquellas áreas de la mente humana que buscan significados más elevados en la vida, y que van más allá de los límites trazados del ego para acceder a una mayor capacidad de sabiduría, creatividad, amor incondicional y compasión. Honra la existencia de las experiencias transpersonales y se preocupa por su significado para el individuo y por su efecto sobre el comportamiento.3

Baldwin escribe:

La Terapia de Liberación del Espíritu entra dentro de la amplia categoría de métodos de Psicología Transpersonal, y se llama así porque tiene como objetivo liberar del cliente/paciente/anfitrión, cualquier conciencia incorpórea de cualquier tipo.4

Esta simple definición incorpora una amplia diversidad de entidades espirituales. Baldwin emplea el término “conciencia incorpórea de cualquier tipo” para incluir:

• espíritus de personas fallecidas
• entidades destructivas no humanas, comúnmente denominadas en un contexto religioso como “demonios”, ahora más a menudo como Entidad de Fuerza Oscura (Dark Force Entity – DFE, por sus siglas en inglés)
• formas de pensamiento negativas creadas por el anfitrión u otras personas vivas
• maldiciones intergeneracionales, elementales, formas de vida alienígenas y otras sin una clara definición.5

Se ha afirmado que se puede mantener un diálogo incluso con el espíritu desencarnado de un feto. Winafred Lucas describe métodos para comunicarse con el espíritu del niño por nacer, negociando su regreso al mundo de los espíritus, donde se considera que existe antes de la concepción, en lugar de ser expulsado por un aborto físico, que es traumático para el espíritu del feto, además puede causar que permanezca atado a la tierra y unido a la madre.6 Liberar el espíritu del feto resulta en un aborto espontáneo natural e indoloro.

El practicante de SRT tiene como objetivo descubrir el tipo de espíritu (o espíritus) que están afectando al paciente. Aquí la palabra “conciencia” implica una relación directa entre el espíritu y la conciencia. Por lo tanto, se puede hacer referencia a un espíritu como una “conciencia incorpórea”.

La cuestión de si existen estas formas conscientes incorpóreas, ya sea en forma material o metafísica, o si se crean a partir de la imaginación, es un tema de debate entre los practicantes de SRT.7

Los terapeutas modernos de liberación de espíritus y otros practicantes que afirman trabajar con entidades espirituales descarnadas, definen tales entidades de acuerdo con su orientación. Un grupo libera entidades espirituales de lugares, otro las libera de personas. Un tercer tipo se refiere a sí mismo como “salvadores de almas”, siguiendo la práctica chamánica de comunicarse con espíritus de acuerdo con “las reglas de convivencia con el otro mundo”.8

El primer grupo está representado por profesionales como Archie Lawrie9, de la Sociedad Escocesa para la Investigación Psíquica (SSPR) y Linda Williamson.10 Lawrie es considerado por muchos como un “cazafantasmas”; sin embargo, a diferencia de otros investigadores paranormales, solicita la ayuda de un médium para comunicarse con espíritus inquietos.

En su libro Ghosts and Earthbound Spirits (2006), Fantasmas y Espíritus Terrestres, por su traducción al español, Williamson comenta que los médiums no están de acuerdo sobre cómo se deben definir los fantasmas o espíritus. ‘Fantasma’ es el término generalmente aplicado a los espíritus que habitan en las casas; otros los llaman “espíritus atados a la tierra”. Los espiritistas11 se refieren a aquellos con los que se comunican como “espíritus”.12

Williamson distingue entre espíritus que existen en un dominio espiritual, o mundo de los espíritus, como “guías” y los espíritus de los difuntos, y aquellos que permanecen “atados a la tierra” por una variedad de razones. Ella afirma que los espíritus “malignos” existen. Sin embargo, en su experiencia como practicante, los poltergeists no son espíritus malvados sino “espíritus perdidos y frustrados” de almas terrenales que intentan llamar la atención.13

Los practicantes de SRT que dicen que liberan espíritus de las personas incluyen a Carl Wickland,14 Hans Naegeli-Osjord15 y William Baldwin.16

2.  Métodos de comunicación empleados en SRT

En la terapia convencional tradicional, el asesoramiento o el tratamiento psiquiátrico generalmente se lleva a cabo en una entrevista cara a cara, con el terapeuta y el cliente empleando sus habilidades cognitivas normales de vigilia para entablar un diálogo. Las intervenciones de SRT rara vez se llevan a cabo de esta manera (aparte de la consulta inicial), sino por cualquiera de los siguientes métodos.

Con el método del terapeuta intuitivo, el terapeuta escucha la información que proviene de una fuente que se encuentra más allá del umbral de la percepción sensorial normal de vigilia. En este modelo, el terapeuta accede a la información de la mente subliminal del cliente, cuya fuente última puede verse como el Yo superior del cliente o como un guía espiritual (ver más abajo) que se ha ofrecido como voluntario para ayudar, o como la entidad desencarnada poseedora (o entidades) que son la causa de la angustia del cliente.

El terapeuta intenta comunicarse intuitivamente a un nivel más allá del umbral de la conciencia de vigilia normal; sin embargo, no siempre es necesario inducir artificialmente un estado alterado de conciencia. El hecho de que se produzca comunicación con entidades desencarnadas y de que se reciba información, indica que se ha logrado un estado alterado, o por lo menos, un cambio en la frecuencia mental. Un término alternativo para describir este método, donde la palabra ‘intuitivo’ se queda corta, es ‘canalización’,17 donde el terapeuta usa habilidades naturales adquiridas en telepatía (mente a mente), clarividencia (ver claro), clariaudiencia (oído claro) o clarisentencia (sensación física clara).

En el método Interactivo, el cliente actúa como intermediario entre el terapeuta y las entidades poseedoras.  Aquí, es el cliente quien emplea la telepatía, la clarividencia, la clariaudiencia y la clarisentencia. Es común que los clientes no se den cuenta de que tienen estas habilidades, viendo la experiencia más bien como los efectos de una imaginación hiperactiva o incluso como una forma de enfermedad mental. Se alienta a los clientes a confiar en su propia intuición y permitir la expresión de pensamientos y sentimientos que pueden parecerles extraños, manteniendo su mente analítica en suspenso.

El método Directo Interactivo es donde el cliente y el terapeuta están en una situación cara a cara, y el cliente entra en un estado alterado de conciencia para comunicarse con la entidad adjunta. Esta es una forma de “posesión positiva”, en la que el cliente permite voluntariamente que la entidad desencarnada tome el control de los centros del habla.

El método Remoto es donde un escáner remoto, un medio o clarividente que no está en contacto directo con el paciente/cliente/anfitrión, se utiliza como instrumento de comunicación entre el facilitador (terapeuta), el yo superior del paciente, la(s) entidad(es) perturbadora(s) y cualquier guía espiritual que pueda estar presente para ofrecer orientación y consejo. Los mecanismos de comunicación aplicados por el método remoto podrían describirse simplemente como “telepáticos” o “proyección astral” parcial, lo que puede entenderse como un pariente de la “visión remota”. Las ventajas del método remoto son que el cliente, al estar situado en un lugar distante, no se ve influenciado por la sugestión directa de la voz y tampoco puede levantar barreras defensivas al proceso terapéutico. Los practicantes del método remoto afirman que las entidades espirituales perturbadoras pueden ser “atrapadas” y/o descubiertas debido a la naturaleza clandestina del método.18

El Rescate de Almas en Grupo involucra a dos o más practicantes de liberación de espíritus que trabajan colectivamente, una práctica común dentro del movimiento espiritista brasileño.

Una sesión con un cliente puede progresar a través de cualquiera de estos métodos, o una combinación de dos o más.

Cuando se descubre el espíritu terrenal de una persona fallecida, se le anima a pasar a “La Luz”, donde puede continuar su viaje espiritual. Las entidades no humanas pueden ser ‘capturadas’ por seres angélicos y/o escoltadas a un lugar apropiado para su educación y guía.

En la aplicación práctica de las técnicas de Liberación del Espíritu, el observador oculto es de suma importancia. En el protocolo SRT hay un componente espiritual del individuo, considerado respetuosamente como el ‘Yo Superior’, del cual siempre se pide permiso antes de proceder con una intervención terapéutica.19 En lenguaje espiritual, el Yo Superior es esa parte de la personalidad que se encuentra más alejado del plano terrestre y más cercano a Dios, o lo trascendente.

3.  Desarrollo Histórico del SRT

a.  James Hyslop

Podría decirse que la primera referencia publicada al método de tratamiento que ahora se conoce como terapia de liberación del espíritu, fue hecha por James Hyslop, profesor de lógica y ética en la Universidad de Columbia de 1889 a 1902.  Hyslop se convirtió en un investigador activo de los fenómenos psíquicos y dirigió la Sociedad Estadounidense de Investigación de Ciencias Psíquicas. Usó el término “obsesión”, en el contexto de la investigación psíquica, para denotar la influencia anormal de los espíritus en los vivos:

Las curas afectadas han requerido mucho tiempo y paciencia, el uso de psicoterapéuticos de un tipo inusual y el empleo de psíquicos para entrar en contacto con los agentes obsesivos y así liberar el control que tienen tales agentes, o educarlos para el abandono voluntario de sus persecuciones…

Todos los casos individuales de disociación y paranoia a los que he aplicado la referencia cruzada han cedido al método y probado la existencia de agentes extraños complicados con los síntomas de deterioro mental o físico. Ya es hora de llevar a cabo experimentos a gran escala en un campo que promete tener tanto valor práctico como cualquier aplicación del bisturí o el microscopio.20

b. Carl Wickland

En 1924, se publicó la primera monografía sobre la liberación de espíritus desencarnados por un médico. El Dr. Carl Wickland describe un incidente que ocurrió cuando era estudiante de medicina y practicaba la disección del cadáver de un hombre de sesenta años. Al regreso a su casa, su esposa, que tenía habilidades de médium, entró espontáneamente en un estado de trance. Cuando Wickland la ayudó a sentarse en una silla, una voz autoritaria salió de ella y dijo: “¿Qué quieres decir con cortarme?”21

Resultó que el espíritu terrenal del hombre a quien había pertenecido el cuerpo lo había seguido hasta su casa y se había aprovechado del don de mediumnidad de la Sra. Wickland para comunicar su disgusto por haber sido molestado, sin darse cuenta de que estaba muerto.

A partir de este momento, Wickland y su esposa se embarcaron en una carrera de treinta años ayudando a los espíritus terrenales de personas fallecidas a progresar en su desarrollo espiritual. En esto, fueron guiados por “seres desencarnados” que, según él, tenían una inteligencia superior y provenían de “otros reinos de nuestro universo”. A su muerte, Wickland dejó un archivo de casos documentados de posesión de espíritus, incluidos detalles textuales de cómo los curó, actuando su esposa como medio de comunicación.22

Contra los psicólogos que consideraban los casos de personalidades múltiples, personalidades disociadas o estados de conciencia desintegrados como trastornos disociativos, sobre la base de que estas personalidades no dan evidencia de conocimiento supranormal, ni de ser de origen espiritista, Wickland escribió:

Nuestra experiencia, por el contrario, ha probado que la mayoría de estas inteligencias son ajenas a su transición y por lo tanto no les entra en la mente que son espíritus, y detestan reconocer el hecho.23

Entre los casos registrados de Wickland hay varios en los que un paciente diagnosticado con psicosis se curó después de una exitosa sesión de liberación espiritual. Estos son de particular interés porque representan un grupo de pacientes cuyo sufrimiento está en el extremo de la escala de enfermedades mentales diagnosticadas, y el más difícil de tratar usando métodos médicos y psicoterapéuticos tradicionales.

Como ejemplo, Wickland cita el siguiente caso:

Una tarde de verano nos llamaron a la casa de la ‘Sra. M’, una dama de cultura y refinamiento; era una música de alto rango y cuando las exigencias sociales que se le impusieron resultaron demasiado grandes, sufrió una crisis nerviosa. Se había vuelto intratable y durante seis semanas había estado en un estado tan delirante que sus médicos no habían podido aliviarla, y las enfermeras de día y de noche la atendían constantemente.

Encontramos a la paciente sentada en la cama, llorando un minuto como una niña desamparada y de nuevo gritando de miedo: ‘¡Matilla! ¡Matilla!’ Entonces, de repente luchando y luchando, hablaba un galimatías salvaje de inglés y español (este último un idioma que no conocía).

La Sra. Wickland inmediatamente dio su diagnóstico psíquico, diciendo que el caso era incuestionablemente de obsesión,24 y esto se confirmó inesperadamente cuando la Sra. Wickland, que estaba de pie a los pies de la cama, con los abrigos listos para irse, se encontró repentinamente en trance.  La colocamos en un sofá en la sala de música, donde durante dos horas hablé por turnos con varios espíritus que acababan de ser atraídos por la paciente.

Había tres espíritus: una niña llamada Mary, su pretendiente, un estadounidense, y su rival mexicana, Matilla. Ambos hombres habían amado con vehemencia a la chica y se odiaban con la misma ferocidad. En un ataque de celos, uno había matado a la niña y luego, en una pelea desesperada, los dos rivales se habían matado entre sí.

Todos desconocían estar ‘muertos’, aunque Mary dijo, llorando desconsoladamente: ‘Pensé que se iban a matar entre ellos, pero aquí están, todavía peleando’.

Esta tragedia de amor, odio y celos no había terminado con la muerte física; el grupo había sido atraído inconscientemente a la atmósfera psíquica de la paciente, y la lucha violenta había continuado dentro de su aura. Dado que su resistencia nerviosa era extremadamente baja en este momento, uno tras otro habían usurpado su cuerpo físico, con una perturbación resultante que era inexplicable para sus asistentes.25

Otros profesionales médicos del siglo XX que descubrieron entidades descarnadas que afectaban a sus propios pacientes y publicaron sus hallazgos incluyen (en orden cronológico de publicación) Adam Crabtree (1985), Edith Fiore (1987), Hans Naegeli-Osjord (1988), Irene Hickman (1994 ), William Baldwin (1995) y Shakuntala Modi (1997).

c. Adam Crabtree

Adam Crabtree fue un monje benedictino, ordenado sacerdote en la Iglesia Católica en 1964. Un estudioso serio de la psique humana, se convirtió en psicoterapeuta (también ha dado conferencias sobre filosofía y psicología de la religión).

Crabtree cita varios ejemplos de la literatura que los racionalistas psicológicos han asignado como personalidad doble o múltiple. Él comenta:

Al examinar los datos de la personalidad múltiple, no se puede pasar por alto un fenómeno que presenta ciertas similitudes llamativas: la “posesión”. Aquí, también, el sujeto exhibe una dualidad o incluso una multiplicidad de personalidades que niegan cualquier identidad entre sí. Además, tanto en la experiencia de personalidad múltiple como en la de posesión, pueden presentarse amnesias de diversa índole.26

En la introducción al primer libro de Crabtree, Multiple Man (1985), Colin Wilson escribe:

… él es ante todo un científico, y su primera respuesta al misterio de la personalidad múltiple fue estudiar su historia médica en detalle. La primera parte del presente libro es una introducción a este desconcertante tema tan equilibrada como nunca he encontrado. Pero la sección más importante del libro es la que comienza con el capítulo diez, describiendo las propias experiencias de Crabtree en tales casos. Creo que fue mejor que Crabtree ofreciera sus credenciales como historiador científico en la primera parte del libro, de lo contrario, algunos de estos casos, y llamo especial atención a los de ‘El padre confundido’ y ‘La Madre que se queja’- daría lugar a la sospecha de que está exagerando los hechos. Si bien algunos psicólogos, sin duda, preferirán ignorar los hallazgos de Crabtree, aquellos que tengan la mente lo suficientemente abierta como para considerarlos sin prejuicios encontrarán que abren perspectivas extrañas y emocionantes.27

La primera parte del libro de Crabtree ofrece una descripción detallada de los marcos conceptuales que se adaptan a los múltiples fenómenos de personalidad y posesión espiritual. Estos son los mismos conceptos que Wickland identificó con respecto al mundo de los espíritus y la vida después de la muerte, pero con la adición de los fenómenos colectivos de estados alterados de conciencia. Crabtree continúa explicando la relación entre los estados alterados de conciencia, la hipnosis y la posesión espiritual.

Sobre la base de los descubrimientos de los primeros practicantes del mesmerismo y el hipnotismo, desde Franz Anton Mesmer (1734-1815) hasta la actualidad, Crabtree identifica varios métodos para inducir el “sueño magnético” (trance hipnótico o estado disociado) y fenómenos que se observó como resultado de esto. Los practicantes identificaron dos grupos distintos de características anormales, que describieron como “fenómenos inferiores” y “fenómenos superiores”.28

Las características de la conciencia inferior incluían:

• un tipo de conciencia sonámbula
• doble conciencia y doble memoria
• pérdida del sentido de identidad
• sugestibilidad
• memoria aumentada
• adormecimiento de los sentidos
• insensibilidad al dolor
• relación intensa con el magnetizador

Las características de conciencia superior se agruparon como:

• relación física o sensorial (percepciones de los sentidos físicos del otro)
• relación mental (telepatía)
• clarividencia (visión clara en los reinos espirituales)
• éxtasis (experiencia mística)

Crabtree ha investigado el desarrollo de la psicoterapia en el tratamiento de aquellos que son diagnosticados, correcta o incorrectamente, como enfermos mentales a partir de sus propias experiencias clínicas con pacientes.29 El trabajo de Crabtree es importante para abordar estos fenómenos anómalos desde una perspectiva de investigación científica.

d.  Edith Fiore

La contribución de la psiquiatra Dra. Edith Fiore al desarrollo de SRT30 es una guía para ayudar a los terapeutas escépticos a adoptar un enfoque de mente abierta a las experiencias de sus pacientes, y también brinda consejos prácticos para las personas que incluyen un método para despejarse y protegerse de la posesión espiritual.

Con respecto a la regresión a vidas pasadas y lo que ella llama ‘desposesión’, Fiore se apresura a expresar su propio escepticismo con respecto a la realidad de la existencia no corpórea y la reencarnación y reconoce que tiene una inclinación natural hacia el rechazo de estas ideas debido al hecho de que que no tenía un marco conceptual en el que acomodarlos. Pero la realidad de las experiencias de estado alterado “espontáneas” de sus pacientes la obligó a reconocer su realidad subjetiva; y se sintió motivada a realizar su propia investigación sobre estos fenómenos para encontrar un marco conceptual que se ajuste a las experiencias.

En su búsqueda bibliográfica, Fiore descubrió El libro tibetano de los muertos, referencias a Jesús de Nazaret expulsando demonios en la Biblia y los antiguos escritos de Homero, Plutarco y Josefo. Descubrió las tradiciones culturales de los antiguos chinos en su reconocimiento de los espíritus ancestrales que se remontan a más de diez mil años y, más recientemente, el culto exorcista japonés ‘Mahikari’, que tenía cuatro mil miembros en todo el mundo en 1970. Fiore accedió a información sobre las escrituras de los antiguos egipcios y las igualmente antiguas escrituras prehindúes, los Vedas. Fiore se toma el tiempo para explicar la jerarquía de siete niveles del modelo védico de la existencia espiritual y física humana.31

La investigación de Fiore descubrió información de que algunos de los principios de la antigua tradición védica resurgieron en Occidente en dos movimientos en el siglo XIX con el surgimiento del espiritismo y la teosofía. Todas estas tradiciones, antiguas y modernas, llevaron a la fuerte creencia en la continuación de la personalidad individual después de la muerte. Fiore afirma que, dado que su investigación estaba explícitamente dirigida a descubrir información sobre la posesión de los difuntos por espíritus terrenales, encontró un interés particular en los movimientos espiritistas y teósofos, y su influencia en los curanderos en varias partes del mundo.

Fiore descubrió que, basado en la antigua tradición mundial del chamanismo y el espiritismo más reciente, las prácticas modernas de curación y desposesión del “espiritismo” están floreciendo en América del Sur en la actualidad. Fuertemente influenciado por el trabajo del científico francés Allan Kardec32, el movimiento espiritista moderno en Sao Paulo, Brasil, involucra a tres mil quinientos médiums de todos los ámbitos de la vida, desde humildes analfabetos hasta abogados que brindan sus servicios a los que sufren sin costo alguno (Kardec (1857). ; 1874, 18).

Actualizándose en el momento de escribir, Fiore hace referencia al trabajo de Carl Wickland y Adam Crabtree (ambos mencionados anteriormente) al que agrega los trabajos del antropólogo estadounidense Michael Harner33, quien aparentemente sorprendió a sus colegas al establecer una sociedad de sanación chamánica, y el psiquiatra británico Arthur Guirdham,34 quien, después de cuarenta años de trabajar con enfermos mentales, llegó a la conclusión de que toda forma de enfermedad mental grave puede ser causada por la interferencia de los espíritus.

Fiore reconoce que hay un número creciente de trabajadores de la salud mental que se están dando cuenta de una variedad de técnicas de desposesión y, a medida que su trabajo se da a conocer, hay otros que buscan capacitación y es con esta mente que ella presenta sus métodos. .

Fiore afirma que a lo largo de la historia registrada, la gente ha creído en el fenómeno de la posesión espiritual por parte de entidades terrestres, y la experiencia cruza todos los límites de la cultura, la clase, el intelecto y la estructura social. A pesar de estas tradiciones, creencias y experiencias, Fiore todavía cree que la vida después de la muerte, la reencarnación y la posesión no se pueden probar, pero sugiere que la carga de la prueba no es una prioridad; pero cuando se trata del sufrimiento humano, los resultados sí lo son.

Raymond Moody, otro especialista en la investigación científica de la existencia no corpórea contribuyó al libro de Fiore con este prólogo:

Curiosamente, desde principios del siglo XX, no ha estado de moda entre los profesionales del campo de la psicología explorar, de forma cuidadosa e introspectiva, las muchas alteraciones inusuales ya veces espectaculares a las que es propensa la conciencia humana. En este clima, el trabajo pionero temprano de eruditos como William James ha sido rechazado y tratado con desdén por personas que afirmaron seriamente que el estudio de la mente como conciencia era imposible, y que lo único que puede estudiarse bajo la rúbrica de psicología es un comportamiento objetivamente observable. Actualmente estamos viendo un cambio en esta actitud, y hoy en día un gran número de profesionales serios y bien preparados en el campo de la psicología y la medicina están activamente involucrados en el estudio de los estados alterados de conciencia. Mi amiga y colega, la Dra. Edith Fiore ha realizado un estudio muy interesante de uno de los más controvertidos de estos estados: el antiguo enigma de la posesión.35

Incluso después de tratar a más de quinientos pacientes durante un período de siete años, que estaban poseídos por los espíritus terrenales de los difuntos (eso es el 75% de su lista total de clientes), Fiore sigue siendo escéptica mientras escribe:

No intento probar que los espíritus existen o que mis pacientes estaban poseídos. Más bien, les mostraré lo que sucede a diario en mi consultorio y les presentaré una terapia que, aunque no es una panacea, es efectiva y encarna conceptos antiguos dentro del contexto de la hipnoterapia del siglo XX.36

e. William Baldwin

El dentista William Baldwin37, citado anteriormente utilizó la hipnosis para ayudar a sus pacientes a superar su miedo a la odontología. Con un giro irónico al uso de la hipnosis como un medio para lidiar con un miedo específico, Baldwin tropezó accidentalmente con el fenómeno del apego espiritual al descubrir almas terrenales unidas a varios de sus pacientes. Como resultado de este descubrimiento, Baldwin abandonó la odontología para dedicar el resto de su vida profesional a tratar a las personas que sufrían de apego espiritual, y su libro sigue siendo reconocido como un texto clave en la educación y formación de los profesionales de la liberación espiritual.

f.  Irene Hickman

El trabajo inicial de la psiquiatra Irene Hickman, Mind-Probe Hypnosis, es un precursor, no solo de su progresión hacia la terapia de liberación espiritual, sino que también es una introducción a los trabajos posteriores de Michael Newton,38 Gary Zukav39 y otros que tuvieron experiencias similares con pacientes que retrocedieron espontáneamente a vidas anteriores y la ‘vida entre vidas’.

El trabajo de Hickman progresó bajo el entrenamiento y la guía de William Baldwin hasta donde publicó sus experiencias clínicas de liberación de espíritus en lo que ella llamó ‘Despojo remoto’,40 y agregó una dimensión nueva e interesante a las técnicas de liberación de espíritus en lo que podría describirse como el ‘despojo remoto’. ‘ o método de liberación ‘indirecta’ que se introdujo anteriormente bajo el título Métodos de comunicación empleados por SRT.  La liberación espiritual remota (o indirecta) implica la liberación de una entidad adjunta sin la conciencia del anfitrión, que puede estar ubicado a cierta distancia del practicante liberador. Hickman desarrolló este método para superar la posibilidad de contaminación por sugestión del terapeuta.

Al involucrar el uso de la telepatía, el despojo remoto podría describirse como radical, más allá de los ámbitos de la teoría científica convencional. En un prefacio al trabajo de Hickman, Willis Harman se refiere al trabajo pionero de William James, quien apeló a una epistemología revisada que abraza el “empirismo radical”.

4. Liberación espiritual hoy y en el futuro

Los profesionales de la salud mental se encuentran cada vez más con personas que padecen una amplia variedad de problemas que no responden a las intervenciones médicas o psicológicas tradicionales. Algunos que se muestran escépticos sobre la existencia de los espíritus, como el hipnoterapeuta Roy Hunter,41 no obstante, están dispuestos a adoptar lo que podría describirse como una técnica de liberación de espíritus para responder a las necesidades de sus pacientes. Otros, como el psicoterapeuta Tom Zinser,42 reconocen la existencia de una realidad alternativa y tratan a sus pacientes con la ayuda de “guías espirituales” de la misma manera que Carl Wickland.

Se están formando asociaciones de practicantes y otras personas de mente abierta deseosas de aprender técnicas de SRT. En el 2000, el psiquiatra Alan Sanderson estableció la Spirit Release Foundation (SRF – Fundación de liberación del espíritu por su traducción al español) con el apoyo de Andrew Powell, fundador y presidente del Grupo de Interés Especial en Espiritualidad del Royal College of Psychiatrists,43 y respaldado por un grupo de médicos y terapeutas complementarios. Como organización de formación profesional de SRT, su objetivo era corregir el desequilibrio entre las experiencias de los profesionales en la práctica privada y la necesidad de educación en psiquiatría convencional. Se disolvió por falta de financiación; sin embargo, exmiembros individuales con estatus profesional médico, psiquiátrico y de psicología brindan orientación experta y apoyo a los colegas que enfrentan casos difíciles.

Las investigaciones de SRT han sido presentadas en congresos en el Reino Unido para beneficio de los profesionales médicos, el más reciente de los cuales, el Quinto Congreso Británico de Medicina y Espiritualidad, tuvo lugar en Londres en octubre de 2015. Los investigadores son particularmente activos en Brasil, cuyo movimiento espiritista comenzó a incorporar técnicas de liberación de espíritus en la medicina institucionalizada ya en la década de 1930.44

La abreviatura ‘SRT’ se ha utilizado aquí principalmente en relación con la Terapia de Liberación del Espíritu, pero también puede referirse a la ‘Terapia de Respuesta del Espíritu’, un enfoque desarrollado por Robert Detzler45 como un medio de curación en el dominio espiritual mediante el uso de un péndulo de radiestesia. Ambos implican la liberación de espíritus de pacientes/clientes.

a. Vórtice de energía

El psicólogo Andy Tomlinson describió por primera vez una forma energética de eliminar los apegos espirituales en Transforming the Eternal Soul46 en 2011 (Transformando el alma eterna). Funciona con un terapeuta que crea un vórtice energético, que es un poco como una tubería de desagüe, para eliminar los apegos espirituales de un cliente directamente a los reinos de los espíritus, para evitar que salten sobre el terapeuta. El apego espiritual se expulsa del cliente hacia el vórtice mediante la creación de vínculos energéticos con varias fuentes de energía y aumentando el nivel de energía intuitivamente hasta que se eliminan los apegos espirituales. Es muy rápido, elimina todo apego espiritual de una persona en unos minutos y se puede hacer de forma remota. Tomlinson ha estado enseñando esta técnica a practicantes de liberación de espíritus en todo el mundo.

5. ¿Espíritus?

La noción de que la enfermedad mental era causada por la posesión de espíritus era una creencia común antes de la Ilustración del siglo XVIII. El remedio tradicional era el exorcismo religioso.47 48 Con el surgimiento del racionalismo científico, los psiquiatras reemplazaron a los exorcistas, y las nociones de posesión de demonios y espíritus fueron relegadas al reino de la superstición.

Sin embargo, en el período moderno, los pioneros individuales en los campos de la psicoterapia y la salud mental ocasionalmente tuvieron motivos para reconsiderar la posibilidad de la existencia de espíritus. Aunque generalmente no se lo reconoce como tal, Carl Jung puede ser considerado como uno de los psicólogos pioneros en SRT del siglo XX, ya que una vez pasó tres días entablando un diálogo con espíritus que creía que habitaban su casa y ayudándolos a seguir adelante.49 Jung escribe:

Las almas de los muertos ‘saben’ solo lo que sabían en el momento de la muerte, y nada más allá de eso. De ahí su empeño por penetrar en la vida para participar del conocimiento de los hombres. Con frecuencia tengo la sensación de que están parados justo detrás de nosotros, esperando escuchar qué respuesta les daremos y qué respuesta al destino.50

Podría decirse que los registros de Carl Wickland de sus treinta años de experiencia clínica e investigación psíquica organizada pueden verse como una contribución científica que respalda la teoría de una existencia no corpórea, o “la hipótesis de la supervivencia”. Junto con la evidencia documentada proporcionada por místicos y científicos anteriores, como Emmanuel Swedenborg,51 Allan Kardec,52 Edgar Cayce,53 William James,54 Frederic Myers55 y James Hyslop,56 los informes de Wickland tienden a apoyar la hipótesis del apego espiritual como una realidad, que la medicina moderna podría considerar algún día.

ARTICLE INFORMATION
Autor: Terence Palmer
Creado: 14 de noviembre, 2015
Última actualización: 15 de marzo, 2023

Puede ser citado como:
Palmer, T. (2015). ‘Spirit Release Therapy’. Psi Encyclopedia. London: The Society for Psychical Research. <https://psi-encyclopedia.spr.ac.uk/articles/spirit-release-therapy>. Retrieved 8 May 2023.

Short URL:
www.tinyurl.com/y3w79vr4

6.  Literatura

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7.  Notas finales

Modi (1997; 2000).
• 2.Zinser (2010).
• 3.http://www.transpersonalpsychology.org.uk/
• 4.Baldwin (1995), 207.
• 5.Baldwin (1995).
• 6.Lucas (2000), 257-316.
• 7.Hunter (2005), 156-57.
• 8.O’Sullivan and O’Sullivan (1999), xix.
• 9.Archie Lawrie (2003; 2005).
• 10.Williamson (2006).
• 11.The capitalized term ‘Spiritualists’ is used to descibe those who practice communication with spirits as a religion.  Los términos “Espiritistas” en mayúscula, son usados para describir aquellos que practican la comunicación con espíritus como una religión.
• 12.Williamson (2006), 11.
• 13.Williamson (2006), 11
• 14.Wickland (1924).
• 15.Naegeli-Osjord (1988).
• 16.Baldwin (1995).
• 17.Neate (1997).
• 18.Hickman (1994).
• 19.Professional ethics demands that permission is granted from the patient to introduce any form of intervention. When the psyche of the patient is fragmented, this creates problems, since permission can be granted by one part and denied by others. In SRT, the Higher Self is afforded executive authority over all other parts (Zinser (2010), 141).  La ética profesional exige que se otorgue permiso al paciente para introducir cualquier forma de intervención. Cuando la psique del paciente está fragmentada, esto crea problemas, ya que el permiso puede ser otorgado por una parte y negado por otras. En SRT, el Yo Superior tiene autoridad ejecutiva sobre todas las demás partes.
• 20.Wickland (1924), 8-9.
• 21.Wickland (1924), 18.
• 22.Wickland (1924), 21.
• 23.Wickland (1924), 29.
• 24.Obsession is the term used by Wickland to denote spirit attachment. It is also a term used by the Roman Catholic Church as one of the categories of demonic influence. (Baglio, 2009).  Obsesión es el término usado por Wickland para denotar apego espiritual. También es un término usado por la Iglesia Católica Romana como una de las categorías de influencia demoníaca.
• 25.Wickland (1924), 25-26.
• 26.Crabtree (1985), 60.
• 27.Wilson (1985).
• 28.Crabtree (1985), 2-20.
• 29.Crabtree, 1985.
• 30.Fiore (1987).
• 31.Fiore (1987), 15-17.
• 32.Kardec (1857; 1874).
• 33.Harner (1980).
• 34.Guirdham (1982).
• 35.Moody (1988).
• 36.Fiore (1987), xi.
• 37.Baldwin, 1995.
• 38.Newton (1994; 2000; 2004).
• 39.Zukav (1990).
• 40.Hickman (1994).
• 41.Hunter (2005).
• 42.Zinser (2010).
• 43.http://www.rcpsych.ac.uk/college/specialinterestgroups/spirituality.aspx
• 44.Moreira-Almeida and Santos (2012).
• 45.Detzler (1999).
• 46.Tomlinson (2011), 31-57.
• 47.Ellenberger (1970), 14.
• 48.Crabtree (1993).
• 49.Jung (1995), 339; Ebon (1974), 258-67; Hoeller (1982).
• 50.Jung (1995), 339.
• 51.Swedenborg (1758).
• 52.Kardec (1857).
• 53.Cayce (1970).
• 54.James (1902).
• 55.Myers (1903).
• 56.Hyslop (1919).

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